VESTIMENTA DEL HOMBRE
En la cabeza llevan una corona de plumas de aves, como
el papagayo, cóndor y tucán. Las pinturas faciales de
color negro pintado con HUITO, que es el fruto de un
árbol de la selva; el color rojo es de achiote un árbol
de la mitología Kichwa.
El pelo se adorna con grandes collares adornados de
dientes de cocodrilo, tigre, semillas de Árboles como el
"Milínchi Muyu" de color negro y rojo; as! como de
piedras sagradas o piedras de rayo. La jalinga, collares
que se entrecruzan en los hombros, compuesta por dientes
de sahino y uñas de diferentes animales.
El taparrabo, confeccionado de pieles de tigre y de boa,
adornado con semillas de árboles.
En los pies, a modo de cascabeles van adornados de
semillas bulliciosas.
VESTIMENTA DEL LA MUJER
En la cabeza un cintillo de plumas.
La cara pintada con HUITO, de color negro que significa
la muerte y rojo, la sangre guerrera. Sus diseños
faciales son figuras que simbolizan el amor, bravura; o
simplemente para atraer a los hombres. Una pechera
confeccionada por cuero de tigre, adornada con pepas. El
adorno de los pies, es análogo al el hombre.
DANZA
La danza se llama DOMINARE; y representa el final de la
guerra, cuando llegaban los sobrevivientes a su
comunidad lo esperaban con una gran fiesta porque el
INTI les devolvía a su hogar. Entonces amazaban su
chicha conjugando con su propia saliva para que se
fermente y sea fuerte, como sus guerreros, a quienes
brindaban en esta procesión, acompañado del fuego
sagrado, obtenido mediante fricci5n; cuyo espíritu nunca
muere solo se transforma o camina al más allá,
METEMSICOSIS. También evocan a los espíritus de los que
han caldo en la guerra; ellos seguirán viviendo
reencarnados en un animal o en una planta. Al enterrar a
estos guerreros, los pusieron con los pies orientados al
sol, para que caminen directamente hacia el INTI.
Sus pasos entrecortados son obtenidos del mono, de la
guatusa, del venado, la culebra; es decir de sus propias
familias porque en el camino del más allá, me he
reencarnado en uno de ellos.
El movimiento de la cabeza es muy sensual y refleja la
feminidad de la mujer Kichwa quien se va auto
acariciando con su pelo, que resbala entre sus hombros
en un constante y geométrico movimiento acompañado con
la música de los tambores que emanan sonidos que tienen
una dualidad entre la alegría y las penas, y esa
resonancia en la selvas, despertará a sus dioses y
espíritus con quienes volverán nuevamente a juntarse
para beber la sabia de la tierra.
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